Cuando el tiempo no acompaña y no podemos conseguir setas silvestres frescas, una de las mejores opciones es la deshidratación. Así podremos disfrutarlas todo el año conservando la calidad del producto.
Podrás rehidratarlas hirviéndolas en agua y disfrutar de los sabores del otoño en tus platos siempre que quieras.